Nobleza Obliga

Querido diario: Mientras nuestros hermanos se matan votando a los cuatro titanes que se expusieron a la popularidad sin fin contal de llegar a la santidad, yo tengo un tiempo para reflexionar sobre las cosas de la vida.
Estoy llegando a esta edad y la conclusión que saco es que no importa lo que hagas o digas, jamás tendrás contento a todo el mundo y debo confesar que, esa, siempre fue mi obsesión.


Querido diario: Mientras nuestros hermanos se matan votando a los cuatro titanes que se expusieron a la popularidad sin fin contal de llegar a la santidad, yo tengo un tiempo para reflexionar sobre las cosas de la vida.
Estoy llegando a esta edad y la conclusión que saco es que no importa lo que hagas o digas, jamás tendrás contento a todo el mundo y debo confesar que, esa, siempre fue mi obsesión.

El Bene llama a unir las religiones en contra de la violencia, pero siempre hay uno al que no le gusta, yo les hablo, no como Ratzinger, ni como Papa, les hablo como su padre, que los quiere y que hace muchos sacrificios por todos ustedes, ¿es que no lo entienden?

En fin, les cuento que estuve reunido con dos que viven en el pasado.
El tal Juan Carlos, que parece por tele un actor de telenovela, en persona está bastante baqueteado, ¿producto del trago tal vez? vaya uno a saber, se lo veía medio retraído al comienzo pero su verborragia fue creciendo directamente proporcional a los centímetros cúbicos que ingería.

La que es una monona es esa tal Sofía, ¡Que piel! ¡Que cuerpo! ¡qué Garbo! ¡Qué mujer, carajo mierda! Digan que uno es muy medido aparte de sacerdote, porque le verdad, esta chica es lo mejor desde las costillas condimentadas.
En fin me volvieron a invitar a España, se ve que no saben lo que pienso de ellos. Igual, como el Bene es un showman y un casanova incorregible, me la pasé haciendo bromas ( no de gallegos por supuesto) y animando la charla que por cierto y gracias a J.C. venía bastante aburrida.

Bueno me voy a ir a descansar un poco, que bien me lo merezco, ando con el ciático a la miseria y ayer me lastimé una encía con un huesito de codorniz. Para los incrédulos, les aviso que la cosa con la beatificación viene en serio.

Les dejo mi bendición.
Urbi et Orbi.