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martedì, maggio 30, 2006

No le digas Polonio, que adivinen




Querido diario: Y bueno si, llegué a Polonia y la verdad no se para que me rompieron tanto las pelotas para venir si cuando llegué no me esperaba ni el loro, encima hay una misiadura que ni te cuento; y es que en la tierra del Karol las cosas se complican, así que tuve que idear un plan rápido antes de que me hicieran puré de Papa, jejeje.


Querido diario: Y bueno si, llegué a Polonia y la verdad no se para que me rompieron tanto las pelotas para venir si cuando llegué no me esperaba ni el loro, encima hay una misiadura que ni te cuento; y es que en la tierra del Karol las cosas se complican, así que tuve que idear un plan rápido antes de que me hicieran puré de Papa, jejeje.

Estos Polacos son tipos raros, comen raro, huelen raro y no parecen ser muy brillantes, ta bien que yo vengo de Italia que tampoco podemos decir que es la meca de la sutileza, bien es sabido que si un Italiano se va a Polonia el coeficiente intelectual medio de ambos paises aumenta, jejeje, pero es que esta gente a diferencia de los tanos que son unos cabrones pretencios, esta gente me dan cosita.



Los primeros días como siempre me reuní con todo el mundo y mi plan era cada tres palabras iba la palabra Karol adelante, y parece que me dió buen resultado, porque de no venir a verme ni el loro, juntamos nueve gambas en Cracovia, una ciudad que tiene nombre de galletita con sal.

En fin, ya saben que el Bene es un humorista por naturaleza y cuando me hablaron de que tenía que ir a poner la caripela a Auschwitz yo quise desdramatizar y les hice uno de salón.



Pero no causó mucha gracia, es que estos polacos son medio amargos. Bue, en fin, igual las chicas estaban como locas y querían verlo al Bene a toda costa, es que tengo una pinta infernal, igual ya saben que a las minas no hay que darles bola, cuanto más las ignorás más muertas las tenés, y de paso esperás hasta el matrimonio, así que al Bene no se le movía un pelo.



En fin, el último día finalmente llegué a Auschwitz y debo decir viejo que mis compatriotas se mandaron un cagadón acá, menos mal que yo me lo presentía y abandoné el partido siendo un adolescente, en fin, ustedes saben, hay cosas con las que no se joden y esta vez al Bene le tocó poner la caripela, claro que un poco tarde, pero que quieren, si Karol no hizo algo después de tanto tiempo de vestir estas pilchas al pedo, lo hice yo y en alemán, después venganmen a decir que el retrógrada soy yo carajo mierda!



Y ahora me voy que tengo un montón de pilchas que desempacar un monton de regalitos para repartir y un dolor en la rodilla que ti voglio dire. Ciao bambini!

Es Palabra de Benedicto XVI



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