Mi primer Sínodo

Querido Diario: El domingo fue un día glorioso para el Bene, uno de los más importantes de toda mi vida. Mis ojitos no podían creer lo que ocurría ante este viejo hombre de las tierras teutonas. Mi primer Sínodo de obispos. Dicen que el primer Sínodo es como la primera novia, uno no sabe que mierda hacer todo el tiempo, pero a la larga, es innegable que la termina pasando de la san puta.


Querido Diario: El domingo fue un día glorioso para el Bene, uno de los más importantes de toda mi vida. Mis ojitos no podían creer lo que ocurría ante este viejo hombre de las tierras teutonas. Mi primer Sínodo de obispos. Dicen que el primer Sínodo es como la primera novia, uno no sabe que mierda hacer todo el tiempo, pero a la larga, es innegable que la termina pasando de la san puta.

La XI Asamblea General del Sínodo de Obispos arrancó con todo, el Bene no reparó en gastos ni en invitaciones. Apenas entré a la sala del desayuno de cortesía (por no decir de garrón) empecé a ver caras de todo el mundo, mientras observaba incrédulo la alta asistencia me tocó el hombro Al Pacino, y con cara de hiperexitado me dijo "che no sabes donde queda el baño, ¡JU JA!" le indiqué y se fué charlando abrazado con Quentin Tarantino (al cual no recuerdo haber invitado). Imagisnensé mi sorpresa y no solo la mía, enseguida dos asistentes tuvieron que ayudar a Chirac a desatragantarse de un pedazo de pan con panceta, debe haberlo impactado ver a Alpa tan de cerca.

Seguí caminando y me topé con Geraldine Chaplin que estaba hermosa en un vestido todo negro, me invitó a alternar con su grupo en el que estaba George Hamilton (un amigo de la casa), Chuck Norris, Sharon Stone y Mr.T (a quien se lo veía radiante desde que se dejó crecer el pelo).
Le agradecí a Geraldine, le pregunté cuando volvía al cine, lo salude a Mr. T, le firmé un autógrafo y me dediqué a buscar cardenales amigos.

En ese momento Francis Arinze daba un dicurso sobre métodos anticonceptivos católicos (una nueva iniciativa para no quedar fuera del mercado), David Hasselhoff, Matt Groening y Ted Turner asentían en casi todos los puntos y se los veía muy animados pero molestos porque Joaquín Cortés, que estaba en el medio del grupo junto con Esther Cañadas y Bibi Andersen, [parece que vinieron sin dormir y con resaca]. La cuestión era que el tal Joaquín no paraba de eructar y las chicas de reírse, por la cara de Turner, eso olía peor que los newsletter del día en que Al Gore perdió las elecciones, Matt me miró y me dijo "Bene, no hay derecho". Ni izquierdo tampoco Matt, jejeje, enseguida me fui para otro lado más tranquilo, porque los discursos de Arinze, no son de mi favoritos.

Pasado el mediodía la cosa ya estaba mucho más relajada, gracias al catering del vaticano, supervisado por el Bene en persona, y el exquisito vino que me regaló George Lucas, se conoce que lo tiene al gordo Ford Coppola laburando en el Skywalker Ranch como enólogo, y el gordo hace unos novis que son un petardo.
Cuestión que la sobremesa la arruinaron Bruce Willis, Ashton Kusher y Demi Moore, parece que surgieron viejas rencillas, Bruce decía "me dejaste por este flojo" Ashton le replicaba "no existís Bruce" y Demi lloraba y gritaba "¡por qué no habré salido con Patrick Swayze!"
Luego del papelón vino el momento de mi discurso, a sala repleta. Los cagué a todos a pedos un rato por desubicados, el único que parecía no entender una mierda era el novio de Shakira que no paraba de peinarse, darle besos y decirle boludeces al oído.
Yo me pregunto, ¡de dónde sacó semejante pelotudo como novio esta piba! ¡si es un hembrón! es hora de que busque un novio a su medida, pero bue, seguro que este pelandrún está podrido en guita y la mantiene como el Mottola con la Thalia, ¡si esta Shakira no le vende un disco a nadie!

Este Sínodo servirá para hacer una reflexión sobre la Eucaristía aparte de chupar unos buenos vinos, degustar exquisiteces y juntar un poco de tarasca para cambiar los platitos de las ostias en el vaticano. Queremos poseer el mundo y nuestra vida de manera ilimitada. Dios es un obstáculo y, o bien se hace de El una simple frase devota o se le niega todo, desterrándolo de la vida pública, perdiendo todo su significado, dejándolo escurrirse de entre los dedos como cuando se hacen rulitos con los pendejos del pubis. La tolerancia que sólo admite a Dios como opinión privada, pero rechaza el dominio público, la realidad del mundo y de nuestra vida no es tolerancia, sino hipocresía, ¡carajo mierda!

El Señor grita a nuestros oídos las palabras que en el Apocalipsis dirige a la Iglesia de Efeso: si no te arrepientes, vendré y te quitaré el candelabro, te cagare a patadas, te meteré el candelabro en el culo con la vela encendida y te haré ver tres capítulos seguidos de Friends. También a nosotros nos puede quitar la luz o el gas, o la internet y haremos bien si hacemos caso y pedimos al Señor que nos ayude a convertirnos. El es nuestro Nip Tuck.

Al caer la tarde ya estaba podrido de firmar autógrafos, de aceptar felicitaciones y tenía un dragón en el estómago, un volcán en erupción producto de excederme con unas bolitas de roquefort, nuez y cognac [me clavé como catorce], así que haciéndome el boludo enfilé para la cocina a buscar un poco de bicarbonato y de paso soltar un par de pedos que me hacían apretar la faja. Fue ahí cuando me la encontré a ella y algo raro pasó en mi, sentí temblar todo mi cuerpo, sentí una terrible incomodidad, pero a la vez hermosa, y no podía sacarle los ojos de encima.

-¿Quiere agua santo padre?
-Ehhh, esteee, si, pero deje, yo me sirvo.
-Faltaba más Bene, es un placer para mi.

Entonces me sirvió con sus manitas un vaso durax lleno de agua bendita, bendecida por su presencia divina y después me hizo una reverencia y se fue. A la noche le recé a la virgen y le pedí para que me proteja en mi sueño, y ya que estaba, que la proteja a ella también. Creo que va siendo hora de que el Bene termine de escribir el proyecto para eliminar el celibato definitivamente.