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venerdì, agosto 12, 2005

El precio de la Fama




Querido Diario: Los días de mi papado se van sucediendo y a medida que esto ocurre, mi figura se agiganta cada vez más.
Están todos tan entusiasmados por tener algún tipo de contacto conmigo que son capaces de hacer cualquier cosa.




Querido Diario: Los días de mi papado se van sucediendo y a medida que esto ocurre, mi figura se agiganta cada vez más.
Están todos tan entusiasmados por tener algún tipo de contacto conmigo que son capaces de hacer cualquier cosa.

De todas maneras, debo admitir que tanta popularidad me deja un poco aislado en la cúspide y a veces (para que voy a mentir) extraño el perfil bajo.

La soberbia destruye todas las virtudes en su conjunto y afecta no solo a los mediocres y débiles (osea a todos ustedes pobres ovejitas mías) sino principalmente a quienes se han colocado en lo alto con el uso de su fuerza o ganando alguna elección o cónclave de los tantos que andan por ahí.

La "gran tentación" de los soberbios, es querer ser como Dios o como el Bene, árbitro del bien y del mal.

En fin, muchas veces el Bene se pone melancólico y tristón, y por momentos explota de furia.
Sobre todo cuando veo lo que piden por la casa en la que nací. Se conoce que hay una demanda terrible por quedarse con mi casita natal. (malnacidos, pensar que se la sacaron por dos mangos al viejo)

Que manga de turros, ya no se puede confiar en nadie, mucho menos en la gente de Marktl (mi pueblo natal).

Resulta que ahora usan la jeta codiciada y marketinera del Bene para vender cualquier cosa, ¡hasta Salchichas! venden los recontraguachos. ¡Hacerle esto al Bene que es un Gourmet no tiene perdón, por más Credo que se aprendan!

Luego me mandan a decir que existe la bebida papal, que no es nada más ni nada menos que una cerveza llamada Papstbier, así que ahora vendo birras también.
¡Cuánto descaro! De todas maneras estuvimos haciendo un Brain Storming en el Vaticano y decidimos empezar a darle forma a una línea de productos originales, ¡o se pensaban que ibamos dejar que nos metan la mano en el bolsillo impunemente, carajo mierda!
En cuanto tenga novedades les cuento un poco más.

También, siento un poco de vacío existencial dentro mío, siento como que la panza se me hace un nudo, y aunque lo disimulé bastante bien, anoche, se me piantaron un par de lagrimones (y eso que apreté el culo lo más que pude)
Es que el domingo es el día del niño y yo casi no me recuerdo en esa faceta de mi vida. Muchas veces pienso que nunca fui un niño, que nunca jugué con mi trineo Rosebud (momento, ese no era yo...)
En fin, recuerdo la casita de los viejos que ahora esta en venta y los juguetes, yo tenía uno que me gustaba mucho... pero no me puedo acordar cual era... la memoria es cruel y no perdona.

En fin, como podrán ver, no la estoy pasando muy bien. Que les puedo decir mis blancas palomitas, es el precio de la fama. Yo no pedí ser lindo, tampoco ser carismático, y mucho menos ser un lider indiscutido de la institución más poderosa del planeta, pero todo me fue llegando asi como en un sueño, aunque muchas veces les confieso, sienta que estoy viviendo una pesadilla.

(Puta madre si solo pudiera acordarme cual era el juguetito ese que tanto me gustaba...)

Es Palabra de Benedicto XVI



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