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domenica, maggio 15, 2005

Domingo Movidito



Querido diario: Hoy ha sido un día agotador, después hay gente que sugiere que yo me rasco las bolas todo el día.



Querido diario: Hoy ha sido un día agotador, después hay gente que sugiere que yo me rasco las bolas todo el día.

Hoy anduve de acá para allá como un sicótico. Tuve que ordenar a veintiún nuevos sacerdotes. Con la cantidad que tuve que dar de baja por las botoneadas de los seminaristas ó por los incidentes con esos impúberes buscones casi me quedo sin curas.

Igual, a estos los seleccioné yo y ya sabemos que soy un campeón del marketing, así que no creo tener más problemas. El tema es que después, el hermano Gaenswein se mandó unos ñoquis a la carbonara que mamma mía. Me clavé tres platos, y no comí más porque llegaba tarde a dar la puta Regina Coeli y había casi cuarenta lucas en la piazza que se empezaban a impacientar.



Finalmente y ya a última hora me viene un apriete de los amarillos. Un tal Qin Gang (que tiene nombre de arroz con mariscos) sale a ponerme un palo en el culo y dice que en China
"Esperamos que el Vaticano adopte medidas adecuadas para crear las condiciones que permitan mejorar las relaciones entre China y el Vaticano, en lugar de crear nuevas barreras".
Que tremebundo turro, yo pongo barreras??? Ellos exigen que los católicos chinos acudan sólo a las iglesias controladas por un grupo religioso estatal, que no reconoce mi autoridad.

Nosotros lo único que siempre cuidamos es la quintita de la iglesia en la islita Taiwanesa, no sea cosa que algún día pinte la mala y haya falta de liquidez.
Estos Chinos de Corea me tienen repodrido, parecen Japoneses.

Y ahora me voy yendo a torrar que mañana tengo partido de tute a la mañana, no sin antes dejarles mi bendición.
Urbi et Orbi, amén.

Es Palabra de Benedicto XVI



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