Confesiones de una mente peligrosa

Querido Diario: Hoy debo hacer una confesión, que revela uno de mis más grandes secretos...


Querido Diario: Hoy debo hacer una confesión, que revela uno de mis más grandes secretos.

Todo el mundo pensaba en Nostradamus y en sus predicciones sobre el apocalipsis y el Papa negro. Por ello, nosotros dentro del cónclave, y mientras mi amigo personal el Cardenal Dario Castrillón Hoyos casi estaba por servir el asado que cocinó toda la mañana, no eramos ajenos a que la gente temía que Francis Arinze fuese elegido nuevo Papa.

Después de que me proclamaran, todo el mundo respiró aliviado.

Hoy debo confesar algo que la gente no sabía, y que tiene que ver con mis orígenes. Algo privado, muy privado.

En el cónclave Francis Arinze no era el único negro. Si, ahora todos ustedes saben que yo, tomo leche desde que era así de chiquitito.